La patología es el estudio de las enfermedades.
Es el puente entre la ciencia y la medicina. Es la base de todos los aspectos de la atención al paciente, desde las pruebas diagnósticas y el asesoramiento terapéutico hasta el uso de tecnologías genéticas de vanguardia y la prevención de enfermedades.
Los médicos y científicos que trabajan en patología son expertos en enfermedades.
Utilizan su experiencia para respaldar todos los aspectos de la atención médica, desde orientar a los médicos sobre la forma correcta de tratar enfermedades comunes hasta utilizar tecnologías genéticas de vanguardia para tratar a pacientes con enfermedades potencialmente mortales.
Los patólogos desempeñan un papel fundamental en nuevos tratamientos para combatir virus, infecciones y enfermedades como el cáncer. En los últimos 100 años, hemos presenciado reducciones significativas de enfermedades en todo el mundo, así como avances importantes en tratamiento de enfermedades.
Médico patólogo es un especialista en anatomía patológica, rama de la ciencia enfocada en estudiar las causas, desarrollo y consecuencias de las enfermedades.
Para lograr esto, la patología estudia muestras de tejidos y líquidos a través de un examen morfológico macroscópico y microscópico de los componentes celulares. Debido a lo cual el patólogo no trata directamente a los pacientes, sino que emite diagnósticos para que otros médicos determinen el tratamiento correspondiente.
Biología molecular, un nuevo abordaje de los problemas biológicos, que ha permitido dar paso a una nueva etapa de nuevas prácticas en la medicina. El uso de las herramientas de la biología molecular como apoyo diagnóstico en un amplio número de enfermedades infecciosas y de base genética es uno de los campos que mayor desarrollo tiene actualmente en la medicina. Esta área de la práctica médica se circunscribe en el uso de la información genética (ADN y ARN) de los individuos para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, desde la patología molecular y la terapia génica, y actualmente, en el control y prevención de las mismas desde la identificación de factores de riesgo y el uso de esta información en la epidemiología molecular.
La inmunofluorescencia
¿Cuándo se necesita?
La inmunofluorescencia directa se utiliza para el diagnóstico de enfermedades de tipo autoinmunitario, es decir, aquellas en las que las propias defensas pierden el control y atacan algún órgano de nuestro organismo. En nuestro caso, resulta de gran utilidad para el diagnóstico de enfermedades de la piel y mucosas, como el lupus eritematoso, enfermedades ampollosas autoinmunes (pénfigos, penfigoides, etc.) y vasculitis (inflamaciones de los vasos sanguíneos). Y enfermedades del riñón.
¿En qué consiste?
Esta técnica se realiza tras la obtención de una biopsia de piel o mucosas (por ejemplo, de la boca, la conjuntiva del ojo, riñones).
Una vez realizada, se busca si un paciente posee anticuerpos que atacan la propia piel, de forma específica y con patrones específicos.
Número de Cédula: 3624528 • Nombre: RAQUEL IBARRA IÑIGUEZ • Género: MUJER • Profesión: Especialidad en Anatomía Patológica • Año de expedición: 2002 • Institución: UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
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